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  • Foto del escritorDr. Goodfellow

"Perdedores", de Anabel Rodríguez. Un thriller judicial muy español.



El cadáver de un hombre descuartizado aparece emparedado en la vivienda que ocupa el capitán Vicente Agrelo junto a sus hijos en la Escuela de Guerra. Este héroe de Cuba retirado, alcohólico, jugador y pendenciero es acusado de haber asesinado al amante de su hija mayor, con la que mantiene una relación incestuosa.

Perdedores, de Anabel Rodríguez, es un ejemplo gráfico del funcionamiento de nuestro panorama editorial. Se trata de una novela judicial, género poco tratado en España, pero que ha reportado grandes títulos y buenos resultados de venta en otros idiomas. A través de un caso real, la autora retrata los modos y costumbres de nuestro país a principios de la segunda década del siglo XX; del sistema judicial, con sus carencias; el papel de la prensa y su gusto por los crímenes morbosos y el sensacionalismo. Todo tan lejos y tan cercano.

Siendo además licenciada en Derecho y abogada en ejercicio, especialista en derecho administrativo, penal y judicial, Anabel pisa terreno conocido y muestra gran maestría tanto en el uso de la terminología y la mecánica judicial como en el retrato psicológico de los personajes en esta novela coral narrada siguiendo la peripecia de Zenón y Gaspar, los abogados defensores del capitán y su hija respectivamente. De la mano de estos dos personajes, asistimos a la investigación que llevan a cabo para dilucidar el homicidio que copa las portadas de los diarios, vemos el modo en que afecta a sus vidas, a sus familias, y se nos plantean preguntas que siguen en vigor en nuestros días. ¿Cómo afrontar la defensa de una persona que está condenada de antemano por la opinión pública? ¿Hasta qué punto el juicio paralelo de los medios afecta a los jueces a la hora de realizar su labor con imparcialidad? ¿Es lícito que un tribunal militar ejerza en tiempos de paz? ¿La pena de muerte es un instrumento de justicia o de venganza?

Con todos estos ingredientes, sumados al buen hacer de Anabel Rodríguez, que ha construido una novela sólida y, al mismo tiempo, entretenida; asequible y de calidad, uno podría esperar que alguna de las grandes editoriales apostara por su publicación. Tras cuatro años de envíos del manuscrito y de silencio, Perdedores llega a nuestras librerías gracias al empeño de Dokusou, una editorial murciana independiente. Pequeños, pero valientes y con buen ojo. Así está el tema. Quedan ustedes avisados.


Manuel Valderrama Donaire

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